Museo y capilla

Museo Frédéric-Janssoone

El museo del Padre Frédéric, recuenta la vida de este Franciscano, nacido en Francia en 1838 y muerto en Canadá en 1916.

Pinturas, esculturas de tamaño natural, reproducciones miniatura ilustran su vida en Francia, en Tierra Santa y Canadá, donde fue misionero. Gracias a la colección del museo, los visitantes aprenderán a conocer aquel testigo del « Prodigio de los ojos » en el Santuario Notre-Dame-du-Cap, también, apreciarán aquel caminante infatigable, yendo al encuentro de las personas para hacerlos descubrir la vida de Jesús de Nazaret.

El padre Frédéric, fue beatificado por el Papa Juan Pablo Segundo, el 25 de septiembre de 1988. Mientras la iglesia canadiense espera próximamente su canonización, una visita al museo les hará descubrir un hombre amante y amado por las personas de Québec, donde vivió cerca de 30 años, como en Tierra Santa, donde trabajó durante 12 años.

Visitar este museo, es descubrir la bondad, la generosidad y la caridad de este gigante de nuestra historia. Las descripciones son escritas en lengua francés, inglés y español.

La Capilla y la Tumba del Padre Frédéric.

La Capilla Saint-Antoine, es un lugar de adoración y de oración permanente por la PAZ EN TIERRA SANTA.

Esta Capilla de Saint-Antoine, bendecida por Monseñor François-Xavier Cloutier, el 5 de mayo de 1907 y situada a un lado del convento del mismo nombre, fue construida gracias a las limosnas recolectadas por el Padre Frédéric en la diócesis de Trois-Rivières, poblado por poblado en sus 67 parroquias y aldeas.

El Buen Padre Frédéric ahí oró, presidió Eucaristías y acogió muchas personas desamparadas. A su muerte en 1916, el cuerpo del Buen Padre Frédéric fue depositado bajo una losa de piedra negra delante del ala central. Él reposa ahora a la izquierda de esta capilla después de su beatificación en 1988. Esta capilla es dedicada a Saint Antoine-de-Padoue, patrón de la Tierra Santa. Ella es atendida por los franciscanos.